En medio de la intensa competencia global por liderar la próxima generación de IA, DeepSeek sorprendió discretamente en agosto de 2025 al lanzar un modelo experimental concebido como “rival abierto” del anticipado GPT-5 de OpenAI.
Según informó la revista Fortune, la startup china liberó el 21 de agosto un nuevo modelo de la familia V3 –identificado en foros técnicos como DeepSeek-V3.1– con el objetivo declarado de competir de tú a tú con GPT-5 en prestaciones, pero manteniendo la filosofía de código abierto y bajo coste que caracteriza a DeepSeek.
A diferencia de los lanzamientos previos, esta vez la compañía optó por un anuncio sin fanfarrias, descrito como “en voz baja”, pero los expertos no tardaron en tomar nota: el modelo introduce varias innovaciones clave y envía un mensaje estratégico en la pugna EE. UU.-China por la IA.
V3.1 –así se denomina esta versión– está diseñado para aprovechar al máximo el hardware doméstico chino, en particular los chips de aceleración de Huawei.
DeepSeek había sido instada por las autoridades tecnológicas de su país a adaptar sus modelos a componentes nacionales para sortear la dependencia de GPU occidentales, y V3.1 representa el primer fruto tangible de ese esfuerzo.
Ingenieros cercanos al proyecto señalan que el modelo está altamente optimizado para los procesadores Ascend de Huawei, equivalentes locales de las GPU Nvidia, logrando un desempeño fluido pese a las limitaciones de esos chips frente a los de gama alta estadounidenses.
En términos de arquitectura, V3.1 conserva el enfoque de Mixture-of-Experts (MoE) introducido en V3, pero con mejoras en eficiencia que le permiten escalar hasta los 685 mil millones de parámetros, ligeramente por encima de su predecesor.
Esta ampliación de tamaño –combinada con refuerzos en su entrenamiento– ha resultado en progresos notables en tareas de razonamiento, generación de código y entendimiento multilingüe, según las pruebas internas compartidas por la empresa.
De hecho, DeepSeek afirma que V3.1 alcanza o supera en varios benchmarks a los modelos más avanzados de Occidente, manteniendo costos operativos significativamente menores gracias a la eficiencia de su diseño.
La estrategia de precios es otro golpe de efecto: V3.1 fue lanzado con una licencia abierta tipo MIT, permitiendo su uso y adaptación libre incluso en entornos comerciales.
En paralelo, DeepSeek anunció que ofrecerá acceso gratuito o a muy bajo costo a este modelo en plataformas como Hugging Face y instancias en la nube china, subrayando su voluntad de “socavar” el modelo de negocio de los líderes estadounidenses.
La movida no pasó desapercibida: OpenAI y otros competidores habrían expresado preocupación internamente por este “regalo” tecnológico de DeepSeek a la comunidad, ya que podría erosionar sus ventajas competitivas.
Para China, en cambio, V3.1 supone un triunfo propagandístico: demuestra que sus empresas pueden lanzar alternativas viables a los modelos de élite occidentales pese a las sanciones y sin inversiones milmillonarias.
Aunque GPT-5 de OpenAI aún no había visto la luz pública en agosto, los analistas ya perfilaban un escenario en el que DeepSeek –con su enfoque abierto y optimizado para infraestructura local– se erige como contrapeso oriental a las soluciones de Silicon Valley.
Quedará por ver si en el rendimiento real V3.1 está a la altura de tan altas expectativas, pero por ahora DeepSeek ha logrado consolidar su imagen de “comodín disruptivo” en la carrera de la IA global, capaz de cambiar las reglas del juego mediante ingenio técnico y audacia estratégica.

